Internacionalización: el camino para impulsar la productividad en tu PYME
La palabra “internacionalización” suele evocar imágenes de grandes corporaciones estableciéndose en sedes de múltiples países. Sin embargo, cada vez son más las PYMES que aprovechan esta estrategia para expandir sus horizontes y potenciar su crecimiento. Para muchos gerentes, el reto principal no es solo decidir si es posible vender fuera de las fronteras nacionales, sino entender cómo esta incursión en mercados internacionales puede transformar la productividad de su empresa. A continuación, exploraremos por qué la internacionalización es una vía efectiva para impulsar la eficiencia y cómo puede convertirse en un motor de competitividad.
En primer lugar, al abrirse a nuevos mercados, las PYMES amplían su base de clientes y, por ello, generan un incremento en la demanda de sus productos o servicios. Este aumento de la actividad comercial no solo conduce a mayores ingresos, sino que también facilita la adopción de modelos productivos más eficientes. Alcanzar volúmenes de venta más altos implica aprovechar mejor la capacidad instalada de la empresa, diluyendo así los costos fijos y logrando una economía de escala. Dicho de otro modo, al producir en mayor cantidad y para audiencias internacionales, los gastos se reparten de manera más óptima y la estructura operativa se vuelve más sólida.
Además, la internacionalización favorece el intercambio de conocimientos y la innovación. En el proceso de entrar a un nuevo mercado, las compañías se exponen a distintas culturas empresariales, tecnologías emergentes y metodologías de trabajo novedosas. Este choque creativo puede traducirse en mejoras sustanciales dentro de la organización, como la adopción de herramientas digitales de vanguardia o la optimización de procesos logísticos. A su vez, conformar equipos de trabajo multiculturales –ya sea mediante contrataciones en el extranjero o alianzas con partners locales– estimula la diversidad de ideas y promueve una visión más amplia a la hora de resolver desafíos.
Por otro lado, la cadena de suministro también recibe un impacto positivo, ya que internacionalizarse no se reduce únicamente a exportar. En muchos casos, las empresas descubren que importar materias de otros países les permite acceder a materias primas de mejor calidad o más asequibles. Esto se traduce directamente en reducción de costos y, a la larga, en un incremento de la competitividad. Sumado a ello, el establecimiento de nuevos canales de distribución y logística puede acelerar los tiempos de entrega, mejorar la satisfacción del cliente y, en definitiva, impulsar la productividad.
Sin embargo, no todo es un camino exento de retos. La internacionalización requiere una comprensión profunda de aspectos legales, fiscales y culturales de cada territorio. Es crucial investigar previamente el mercado objetivo, sus regulaciones y sus particularidades comerciales.
También resulta fundamental diseñar una estrategia de marketing que se adapte a los gustos y hábitos de consumo locales, así como contar con un equipo capacitado para gestionar el riesgo cambiario y las fluctuaciones monetarias.
En este escenario, el papel de los export specialist cobra una gran relevancia, pues pueden guiar a las PYMES en la elaboración de planes de internacionalización coherentes y sostenibles. Con la preparación adecuada, la incursión en mercados extranjeros puede convertirse en un catalizador de crecimiento y en un pilar de productividad. Más allá de las ventas, el verdadero valor de salir al mundo radica en la transformación interna que experimenta la empresa: se fortalece la capacidad de innovación, se optimizan procesos y se amplía el capital humano con talentos globales.
En conclusión, la internacionalización deja de ser una apuesta exclusiva de las grandes multinacionales para convertirse en una estrategia viable y atractiva para las PYMES que buscan un salto cualitativo en su productividad. Al diversificar mercados, promover la innovación y perfeccionar la cadena de suministro, las organizaciones pueden avanzar con pasos firmes hacia un futuro más competitivo y rentable. Si tu PYME sueña con expandir sus límites, ahora es el momento de considerar seriamente la internacionalización como un camino para crecer e impulsar la eficiencia, llevando tu visión empresarial a un nuevo nivel de alcance y prosperidad.
Alessandro Ingarsia, director general Comark España